El blanqueamiento dental es un tratamiento dental estético que logra reducir varios tonos el color original de las piezas dentales, dejando los dientes más blancos y brillantes.
El blanqueamiento de los dientes permite eliminar la mayoría de las manchas producidas por medicamentos, té, café y otras infusiones, cigarrillos y vino tinto, entre otras sustancias y alimentos. Sin embargo, no todas la manchas u oscurecimientos dentales son eliminables o mejorables a través del blanqueamiento dental y pueden requerir de otro tipo de tratamientos como el uso de carillas de porcelana o fundas.
Destacan actualmente dos sistemas para llevar a cabo el tratamiento de las coloraciones dentales:
Blanqueamiento dental en consulta: el procedimiento se efectúa en aproximadamente 1 hora. Previamente se aisla la encía del producto que será activado por una luz.
Blanqueamiento dental supervisado por el profesional y administrado por el mismo paciente en su domicilio. En este caso el tratamiento consiste en tomar unos moldes de las dos arcadas de la boca del paciente para confeccionar en laboratorio unas férulas que se adaptan a la anatomía del paciente. Éstas se le entregan junto con un Kit de blanqueamiento que contiene el producto blanqueador, indicándole la forma de aplicación y los controles en clínica a realizar por el odontólogo, quien supervisará la evolución del tratamiento, así como cualquier incidencia que se pueda producir durante el mismo.
Durante el tratamiento el paciente deberá abstenerse de ingerir alimentos que contengan pigmentos, beber vino tinto, café, infusiones o fumar.
El blanqueamiento obtenido se mantendrá en el tiempo, dependiendo de cada paciente, de sus dientes y de su cuidado.
Cada paciente requiere una evaluación previa, con la finalidad de predecir el resultado del tratamiento, que será diferente para cada persona, según el color y tipo de esmalte que posea en sus piezas dentarias.