La prevención es el mejor tratamiento de cualquier enfermedad. Una limpieza regular con cepillo, seda dental y colutorio, junto a revisiones regulares al menos una vez al año, son la mejor estrategia preventiva.
Cuando ya no es posible prevenir, es fundamental un diagnóstico precoz para minimizar sus consecuencias y simplificar el tratamiento.
La odontología conservadora y restauradora nos permite prevenir, detener y curar la caries dental en todas sus fases. La caries dental puede afectar levemente a la estructura dentaria, destruyendo únicamente el esmalte o progresar a estadios más graves, invadiendo tejidos más profundos como son la dentina o la pulpa dental.
El tratamiento de la caries dental se basa en la eliminación del tejido infectado y la posterior reconstrucción del tejido perdido por materiales biocompatibles. Se consigue un resultado exitoso mediante la realización de todos los procedimientos adecuados con los mejores materiales y una excelente rehabilitación de la anatomía de cada una de las piezas dentarias.